Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Charlo

(Ven, 1965, Carúpano en Brunilda por Espace Vital)

Por Juan Macedo

En una ocasión el recordado periodista Francisco Andrade Álvarez, en su columna de opinión ubicado en el cuerpo deportivo del Diario El Nacional, relató la historia de los “amores furtivos” entre el inglés Carúpano y la chilena Brunilda, a pesar que el propietario de la yegua (que nos reservaremos el nombre para evitar el bullying) tenía otros planes con ella. Cuando el dueño de Brunilda supo del embarazo producto de esos amores, ordenó la venta inmediata de la yegua, que fue adquirida por Bs. 3.000.

El producto “no deseado” de Brunilda nació en el año 1965 en el Haras Rancho Chico, un potrillo zaino que fue registrado en el Stud Book con el nombre de Charlo.

Fue alojado en la cuadra de José Rosendo Fernández quien se encargó de su doma y entrenamiento, para realizar vida pistera en el Hipódromo La Rinconada para la chaquetilla a franjas amarillas, negras y rojas del Stud Victoria M.

Charlo realizó su debut el 1 de julio de 1967 con la monta de Manuel Camacaro en recorrido de 800 metros, viéndose muy aprotrillado, a pesar de ello realizó una buena exhibición al escoltar por 1 ¾ cuerpos a Tiburón. Luego de superar algunos problemas físicos, reapareció el 28 de octubre en recorrido de 1100 metros donde figuró segundo a 1 ¼ cuerpos de Alguacil. Con apenas una semana de diferencia fue inscrito en su primera prueba de fuego, los 1200 metros del Clásico Antonio José de Sucre, y su condición de perdedor no fue impedimento para que el hijo de Carúpano demostrara su calidad al ocupar el lugar de escolta a 2 cuerpos de Alguacil.

Luego de un breve receso de tres semanas, Charlo participó en los 1400 metros de la Polla de Criadores con la monta de Juan Eduardo Cruz, donde “rompió el celofán” al cruzar el disco en ganancia con ventaja de 2 cuerpos sobre Con Brío agenciando 87”1 para el recorrido. Con todos los méritos apareció en la nómina del Clásico Comparación donde nuevamente mostró su gallardía al perder con todos los honores desde el tercer lugar a un cuerpo de La Menor y Canelo.

Oficialmente con tres años, Charlo fue inscrito en la milla del Clásico Inauguración Francisco de Miranda con la monta de Omar Pérez, quien inteligentemente mantuvo muy bien colocado al potro zaino que hizo correr en firme en los 800 metros para pasar a dominar la competencia y simplemente mantener margen de 3 cuerpos sobre Canelo al cruzar la meta, dejando registro de 101” exactos para la distancia.

Dos semanas después regresó a su cabalgadura Manuel Camacaro ante el lote de la Serie E que logró derrotar sin mayor esfuerzo, con ventaja de 5 cuerpos sobre Centelleo parando los relojes en 103”2 para la milla. El 10 de febrero ante el mismo lote y recorrido Charlo nuevamente se adjudicó el triunfo, aunque en esta ocasión tuvo que ser exigido para superar a Centelleo con ¾ cuerpos de ventaja y crono de 103”1. El 17 de marzo regresó al lote selectivo cuando participó en el Clásico José María Vargas donde luchó gran parte del recorrido, pero en los últimos 200 metros aflojó considerablemente conservando el tercer lugar a 11 cuerpos de Titán. Regresó a la cuadra claudicando de manera evidente y días después los análisis radiográficos detectaron una fractura del vértice del sesamoide derecho.

Seis meses después, luego de un gran trabajo de cuadra para minimizar el tiempo de recuperación, el 15 de septiembre Charlo reapareció con la monta de Juan Eduardo Cruz y lo hizo triunfalmente superando a Maipure con ventaja de 1 ¾ cuerpos y dejando excelente crono de 99”4 para la milla. Tras esa excelente actuación, sus allegados se dieron el lujo de soñar en grande y decidieron inscribirlo en la milla y media del Clásico República de Venezuela, pero pagó caro el esfuerzo y apenas pudo figurar quinto a 27 cuerpos de Canelo.

El 6 de octubre regresó al lote común, donde mejoró al figurar tercero a 3 cuerpos de Soriyer. Dos semanas después cayó con todos los honores apenas ½ cuerpos detrás de Gran Tinto. Fue el 26 de octubre cuando Charlo reverdeció laureles al trasponer la meta con ventaja de 1 ¾ cuerpos sobre Yaguarón, agenciando 86”2 para los siete furlones.

Lamentablemente las lesiones hicieron crisis y procedió a un retiro obligado de las pistas hasta el 15 de junio de 1969 donde reapareció con Manuel Camacaro arriba, pero su actuación dejó mucho que desear, llegando muy lejos del ganador Agadir. Luego hubo un intento infructuoso de reaparecida en marzo de 1970. Fue enviado al Haras Rafeva donde fue probado como semental, dejando una yegua preñada (Patalta).

El 8 de agosto de 1971, veintiséis meses después, Charlo reapareció con los colores rojo, verde y blanco del Stud Hacienda Quinta y el entrenamiento de Rafael Peraza Alemán enfrentando al lote de la Serie C para criollos con la monta de Manuel Camacaro, pero el resultado no fue el esperado, llegando último a 20 cuerpos de Cambalache. Corrió nueve veces más el resto del año esperando ver signos de recuperación que nunca aparecieron.

El 8 de enero de 1972 Charlo fue inscrito en una Condicional de Última Actuación siendo castigado con el alto hándicap de 61 kilos, donde en un último esfuerzo logró ganar una bonita carrera superando a Cachanoa con ventaja de 1 ¾ cuerpos agenciando 75”2 para los 1200 metros. Luego de esa eliminatoria, no se tiene más información sobre el paradero de Charlo, pero es probable que haya sido prestado como padrote en mestizaje. En resumen, su campaña fue de 26 actuaciones en el óvalo de Coche, saboreando las mieles del triunfo en 7 ocasiones, además de 4 segundos, 3 terceros y un quinto, acumulando en premios la cantidad de Bs. 321.016. Su único hijo purasangre (el hijo de Patalta) se llamó Piarro y fue un discreto ganador.

Fuentes: www.anecdotashipicas.com, Ing. Juan Macedo (apuntes personales), Revista Gaceta Hípica, Sr. Francisco Andrade Á., Sr. Abdón Sánchez H., Sr. Otto León C.

Anécdotas Hípicas Venezolanas, miércoles 31 de mayo de 2023

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