Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Arrendajo

(Ven, 1952, Killard en Urraca por Khosro)

Por Antonio Aragonés

 

Conservar un invicto no es fácil, por lo que hacerlo durante 11 presentaciones es toda una hazaña, por eso el excelente alazán Arrendajo es considerado uno de los más valiosos ejemplares nacidos en el país durante la década de los años 50. Nacido el 2 de julio del año 1952 en el exitoso Haras La Sierra, defendió en la casi totalidad de sus exhibiciones la chaquetilla oro y negro del Stud San Isidro del Dr. Luis Guillermo Pulgar Morillo, también llegó a medirse con los importados clasificados en la Cuarta Serie (que para la época era muy meritorio). Siempre estuvo bajo el cuidado del eficiente entrenador venezolano Guillermo Andrade. El alazán Arrendajo no cumplió campaña a los dos años de edad.

 

Debutó el 24 de septiembre de 1955 a los tres años de manera triunfante con ¡11 cuerpos! sobre Los Andes, agenciando 76”1 para los 1200 metros con la conducción de Don Balsamino Moreira, desde el comienzo despuntó como un gran corredor. A la semana volvió a triunfar, esta vez con “El PájaroHéctor Revello en su cabalgadura, con 3 cuerpos de ventaja sobre Mamut y dejando registro de 75”1 para los seis furlones. Al mes mantuvo su invicto volviendo a las manos de Don Balsamino derrotando fácilmente a Letrán en 70”1 para los 1100 metros y a la semana derrotó a Martinete dejando 91”1 para los 1400 metros. El 4 de diciembre cerró el año 1955 con otro resonante triunfo, agenciando 75”4 para los 1200 metros y derrotando cómodamente a Diplomático. Cinco triunfos en calidad de invicto.

 

Después de un merecido descanso, reapareció el 18 de febrero de 1956 con la monta de "El Pájaro" Héctor Revello para derrotar al clasificado Moisés parando los cronómetros en 90”1 para los 7 furlones. A la semana corrió por primera vez en la milla y lo hace exitosamente, dejando marca de 104”2 y superando al castrado Rico Tipo, dando a entender que lo hace mejor con más distancia. Corroboró esa premisa el 17 de marzo al implantar marca record de 110” para los 1700 metros derrotando a Ébano II.

 

Esa carrera le sirvió de trampolín para incursionar en las pruebas selectivas. Enfrentó el 15 de abril al sempiterno campeón Maraquero en el Clásico Inauguración y en una de sus más brillantes triunfos fue capaz de derrotarlo por ¡16 cuerpos!, cruzando la meta completamente sólo y al galope, registrando marca record de 130"1 para los dos kilómetros y con Balsamino Moreira up. Lo anecdótico de ese día es que en la partida se fue de manos y de no ser por Maraquero, que partía junto a él, le sirvió de punto de apoyo, allí habría rodado el invicto de Arrendajo.

 

El 6 de junio participa en el Clásico Hipódromo Nacional donde derrota cómodamente por 8 cuerpos a Tragaleguas dejando marca de 103”1 para la milla. Enfrenta a los importados y triunfa nuevamente esta vez sobre Sereno, batiendo su propio record para los criollos de 108”1 para los 1700 metros. Así mantuvo su invicto de once triunfos consecutivos que pierde ente el lote de la séptima serie de importados a dos cuerpos de Gracejo, un entrenado por Vittorio Catanese en 1600 metros y montado por Gustavo Ávila. Después logró honrosas figuraciones en el marcador durante ese año, incluyendo un segundo lugar a casi 2 cuerpos de El Griego el 12 de agosto en el Clásico Fuerzas Armadas de Cooperación y otro segundo lugar el 6 de diciembre a un cuerpo de Abolengo en el Clásico Cría Nacional en 2400 metros.

 

Durante el año 1957 continuó pernotando en las Serie de los importados logrando buenas figuraciones sin lograr cristalizar una victoria y no fue hasta el 17 de noviembre cuando logró reverdecer laureles, contra los importados registrando una vez más tiempo record para criollos de 87”3 para 1400 metros, con “El MonstruoGustavo Ávila en su cabalgadura superando a Maspega. El 22 de diciembre participó en los 2400 metros del Clásico Cría Nacional donde figuró segundo de Maraquero que agenció tiempo de 162”1.

                                                                                                                               

Ya para el año 1958, cansado y lesionado, se mantuvo figurando sin obtener nuevos triunfos y sus últimas cinco presentaciones realizadas entre 1958 y 1959 las cumplió defendiendo les sedas del Stud K.O.P.A. del Sr. Julio Pocaterra. Su campaña total de 33 actuaciones con un total de 12 victorias y completó su campaña con 7 segundos, 3 terceros, 4 cuartos y 7 no pizarra, para ganancias por la cantidad de Bs. 293.649,60. No se le conoció descendencia.

 

Fuentes: Revista Gaceta Hípica, Ing. Juan Macedo, Sr. Roque Yoris S.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 28 de septiembre de 2006

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