Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta:

Conversando con...

Ulises Capella

Por: César Augusto Rivero

Entrevista cedida por Revista Los Clavos, todos los derechos registrados

 

Pocas veces, al menos dentro de la hípica, hemos observado que un personaje se haya vinculado a tan disímiles campos en su actividad diaria, y en las mismas haya drenado todo su empuje. Nos referimos a Ulises Miguel Capella Anyoul, hijo de padre venezolano y madre francesa, nacido en Ciudad Bolívar que una vez pernoctó entre córceles de motores, y hoy en día, amanece entre fina sangre naturales.

Cuenta con muchos sellos en su vida, desde practicar el motocross, ejercer el derecho, y en la actualidad: desempeñar el arte del entrenamiento de caballos purasangre de carreras, actividad que comparte al ser presidente de la Unión de Entrenadores.

Hijo de Ulises Capella y Alicia Anyoul, de cuya unión han nacido: Ulises, Carolyn Marieva y David. Casado con Isabella de Capella y sus hijos se llaman: Alfredo, Ulises e Isabella.

-¿Fecha y lugar de nacimiento?

-Nací el 20 de diciembre de 1963, en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, tengo 41 años de edad.

Inicios en el hipismo

Desde muy pequeño Capella quiso incorporarse a la hípica, ya que su familia ha sido hípica por siempre, pues su abuelo Ulises Capella fue un forjador y pionero del hipismo guayanés, pues fue propietario-entrenador y siempre tuvo una caballada notable, pues compraban los caballos en Caracas y los corrían allá. “Era un hipismo romántico, donde siempre había disputa entre familias y de competencia amistosa, entre camaradas’’.

Las motos en acción

“Hice un alto en mi accionar y por parte de mi madre, tenía un tío que corría motos de velocidad y fuimos un día a las carreras de motocross y me quedé con la disciplina, me gustó muchísimo y quise experimentar. Todo comenzó en el año 1979 con 80 cc en carreras regionales, en nacionales y luego en el año 1981 tuve una caída y me fracturé las manos, casi perdió el dedo meñique en una operación y paré por un año. Reaparecí y quedé subcampeón nacional en 1982 en novatos y en el 1983 conseguí fui campeón en juveniles, y en 1985 también quedé campeón en novatos. En 1987 quedé como novato del año cuando corrí el Latinoamericano llegando de 12 lugar  y participé en tres mundiales en Maracay y corrí en los Estados Unidos, y con el tiempo cambié la disciplina al profesional y tuve varios patrocinantes. Participé en el Super Cross Belmont en el año 1992 y gané una manga y un segundo, quedando subcampeón de veteranos en Latinoamérica. De allí fui a correr a Florida y tuve mucha acción, pero ya las rodillas no me aguantaban y los tobillos, el hombro se me salía; entonces hice un alto en 1992 y descansé y bajé al hipódromo en Florida y me conseguí a Manuel Medina’’.

-¿Cuál número utilizaste en la moto?

-Siempre el número 31.

En ese instante comenzó el gusanillo por la hípica.

Entrada al hipismo

A pesar de que sus orígenes están ligados al hipismo guayanés, esa visita a Florida, lo metió de lleno a la hípica, pues al conversar con Medina, le expuso: “Tus comienzos fueron en Bolívar y mi abuelo te dio caballos, le conté que me había graduado de abogado en 1987, y le dije que tenía la disciplina del motocross y ese diálogo me llenó mucho’’.

Todo eso familiarizó más a Capella con los caballos, a pesar de que estuvo litigando casi 7 años, pero desde los 12 años llevaba junto a abuelo las medicinas de los caballos a los entrenadores, y aprovechaba de pasearlos, caminarlos y los llevaba hasta el paddock, a veces.

“Decidí entrar a la escuela de entrenadores, a pesar de que Medina me dio muchos consejos y me dijo que lo acompañara allá en Florida y eso fue como un flechazo. Aprendí mucho con Medina en 15 días, y allá se generó la semilla por esta profesión’’.

-¿Quién te ayudó a entrar definitivamente?

-En Bolívar, ya conocíamos al doctor Raimundo García, que me brinda la oportunidad para entrar como aprendiz en la cuadra en La Rinconada. Eso fue en el año 1992 y estuve en la escuela casi un año y adquirí la experiencia y ya había comprado dos caballos y Vittorio Catanese también me asesoró mucho y su consejo fue muy útil.

-¿Año de promoción?

-En 1983. La promoción se llamó Rafael Vicente Alemán y José Armando Contreras.

-¿Debut?

-Lo hice con un caballo de Raimundo García llamado Monteverde, ese caballo tenía un desaplomo fatal y estaba llegando de último, con muchos problemas y decidimos correrlo y llegué último, fue para pagar el noviciado.

-¿Primer éxito?

-Habíamos comprado algunos caballos en El Campo y mi primer triunfo fue con la yegua Gondoleta con el jinete Juan Carlos Magallanes en el año 1994, también tuve a Bandinela que hizo varios segundos. Luego, salió otro caballo que Vittorio Catanese me vendió, llamado Flash Gordon que llegó a medirse con Alighieri, y el caballo se dio un golpe fuerte y se murió. Fue mi primer gran caballo, ganó dos carreras y cuatro segundos y lo hizo bien.

Exitos a granel

Capella salió adelante con varios caballos y le dio ayuda Federico Carmona, gracias a un amigo Oscar de las carreras de motos y sobrino de Carmona, con varios caballos del Agua Miel y recibió a Tobogán por su peculiar físico y llegó a correr la primera serie de los potros con tres victorias.

También tuvo a Rockefeller, un ejemplar muy rendidor que ganó 5 de 14 salidas y decidieron correr al caballo en el Batalla de Carabobo contra grandes ejemplares como Pagary, Aim Raha y Vinatero, y corrieron los 2.400 metros y ganaron la carrera. “Fue una experiencia satisfactoria, allí uno se gradúa, eso fue en el año 1998, allí se abrieron las puertas’’.

-¿Mejor ejemplar que has tenido?

-En un principio fue Rockefeller y luego Le Mirage, que sufrió un percance en el Páez y estuvo parado 3 meses. Lo reaparecí y le narré la carrera por celular a Joaquín Pereira que estaba en Estados Unidos, nunca se me olvida que giró la curva con 4 cuerpos y rodó en la recta final, fue una experiencia muy desagradable y el caballo derribó a Jaramillo, pues uno le toma sentimiento, uno humaniza a los caballos, pues aplicar la psicología en el caballo es indispensable.

-¿Cómo gozas más a los ejemplares en carrera: adelante, intermedio o de atrás?

-Me gusta más el tiro largo, fondista. Gané mucho en largo, aunque en los últimos dos años he ganado en corto. El caso de Rue Royal es elocuente en el Presidencial, el trabajo que uno hace para poder tener esas satisfacciones, ese es el certificado del trabajo del entrenador. Tuve también a Luckyluciano que gané el Jockey Club y el caballo murió la semana pasada, y le hice de 6-2.

-¿Mejor jinete?

-Hay muchos. Te puedo mencionar a Douglas Valiente, me explicó mucho lo que es el entrenamiento del caballo, él me enseñó a trabajar los caballos sin romper los relojes. El fue un mecánico del caballo, se fijaba en cualquier problema de los ejemplares. Juan Vicente Tovar fue una estrella y en la actualidad Castillo tiene un don especial.

-¿Entrenador que admires?

-Bueno a Vittorio Catanese, el trabajo con Don Florestán fue admirable. Julio Ayala, Daniel Pérez, son espejos para uno identificarse.

-¿Hobby?

-Fue el motocross, aunque en una época jugué mucho softbol y futbolito. Ahora monto a caballo con un permiso en la pista de Caracas y me siento muy bien, pues habrá una nueva carrera a futuro de entrenadores como jinetes contra los artistas, pues la primera fue en el Simón Bolívar del 2004, fue una experiencia bonita.

-¿Es difícil montar a caballo?

-Es muy gratificante, para esa primera carrera yo bajé 16 kilos y sigo en la disciplina, es un hobby que quita el stress.

-¿Meta?

-Ser el mejor entrenador si Dios lo permite.

-¿Sueño?

-Ser muy buen profesional, ganar el Simón Bolívar que es lo máximo o ganar una carrera internacional. Que me respete el propietario y el público.

Actividad gremial

-¿Problemas de la hípica?

-Los sindicatos que nos están matando y la pista.

-¿Cómo marcha la Unión de Entrenadores?

-Comencé en el 2001 como presidente de la Unión de Entrenadores, y hemos rescatado varias cosas, entre ellas una farmacia, he asumido responsabilidades legales y he tenido un 98% de aceptación y apoyo. Vamos a realizar el Fondo Ecónomico del Entrenador, donde quitaremos el 1% de las ganancias de los entrenadores de los premios y sacar la Unión de Entrenadores hacia delante y estoy presto a rescatar la casa del Entrenador, que vuelva a ser un club.

Capella pernocta en la cuadra 21, que antes fue de Manuel Medina y luego de Raymundo García.